
(Joan Manuel Serrat)
Dentro de ella se esconde otra,
que es como ella, pero no es;
y en esa otra se oculta otra,
que esconde otra a su vez.
Una se ve, la otra se adivina,
la otra ya fue, la otra será,
y todas son de mentira
y todas son de verdad.
Ella es la que se mira al espejo
y la que en el espejo se ve.
Es lo que dice su boca
y lo que ocultan sus ojos también.
Son muchas y distintas mujeres
viviendo en una mujer no más.
Uno no puede querer a una
sin querer a las demás.
Ella es como una Matryshka.
Ella es como una muñeca rusa...
Ella es como una muñeca...
Ella es como una...
Ella es como...
Ella es...
Ella.
Y aunque nadie sabe quién es ella,
ni lo que ellos para ella son,
todos cuentan la feria según
como les fue en el frontón.
Que si la oruga o la mariposa,
que si la reina del ajedrez,
que si el infierno o el paraíso,
que si el agua o si la sed.
Cuántos quisieran verla entregada,
como la playa en la bajamar,
con sus secretos a la intemperie
y sus arenas por hollar.
A mí me basta con ser para ella
la misma cosa que siempre fui:
el viejo osito de felpa
que abraza para dormir.
1 comentario:
Una delicia poder volver a leerte...misteriosa Morah..
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